Porque es más importante que sepan «lo que no sufres» en la vida real.
Mucho veo en las redes sociales quotes pendejos de personas con alto nivel de frustración: friendzone, crushes, corazones rotos, una interminable carrera o un horrible trabajo. Otros bastante optimistas, que muestran claramente que quienes lo publican tienen una necesidad de demostrar que todo está bien, aunque estén de la verga. Y por último aquellos que muestran conformismo y negatividad, y por eso «ya estás acostumbrado y la vida sigue»; cuando lo único que quieres es LLAMAR LA PUTA ATENCIÓN. Ok! Me alteré, pero todos estos especímenes tienen algo en común: se sienten solos.
No juzgo a nadie, de hecho yo también he hecho esas pendejadas en mis redes sociales. Queremos que el mundo sepa que tenemos el corazón roto o que estamos solos, y el que no lo haya hecho es un puto alien (por estas pendejadas es que no nos visitan); pensamos que al demostrar a los demás algo, también nos lo ‘demostramos a nosotros mismos’ y así nos creemos esa mierda. No importa si es algo optimista o cortavenas: las redes sociales se prestan para que quedemos como pendejos ante el mundo.
Pero, ¿y el mundo de afuera? ¿estás siendo igual de pendej@ en la vida real? Si no hubiese toda esta variedad de dispositivos a tu alcance, ¿lo harías igualmente?. Porque postear estas estupideces es lo mismo a arrodillarte en plena Vía España a gritar cómo te sientes: a nadie le importa realmente y ¿verdad que suena ridículo?. Estar solo en las redes o en la vida real no está mal, pero es incongruente querer demostrar en redes sociales algo que en la vida real no harías (realmente espero que no).
Entonces, luego de leer este artículo, lee cada uno de esos posts y repítelos en tu cabeza. Busca lápiz y papel, y escribe con toda la sinceridad del mundo cómo te sientes. Habla con alguien que te quiera mucho y que esté dispuesto a escucharte, y luego cuando vuelvas a leer esos posts, te sentirás mejor. Repite este proceso hasta que, cuando veas un nuevo post, no tengas necesidad alguna de publicarlo porque si de verdad te llegó, te dará igual si lo ven o no tus seguidores.
Lo importante es que tú realmente te sientas bien y que aprendas de todo lo bueno y malo que pase en tu vida social y real. Lo bueno de estar solos es que podemos ser sinceros con nosotros mismos y determinar qué es lo que te saca una sonrisa. Cuando lo descubras, ¡hazlo cada vez que puedas! No importa si es manejar bici, cocinar o ver videos estúpidos en YouTube, si eso te hace bien: ¡adelante!, pues la verdadera felicidad está hecha de pequeños momentos en el día a día (sin necesidad de publicarlos).