¡Sí, lo reconozco! Las mujeres nos odiamos a nosotras mismas y al igual que los hombres buscamos competir por quién es la más apta para procrear. No me malinterpreten, las mujeres no somos seres tan sexuales y queremos vernos bonitas para nosotras mismas (muy de vez en cuando), pero en el mayor de los casos buscamos resaltar de entre las demás, no importa cómo.
A veces envidio a los hombres y su forma tan sencilla de llevar su vida y sus problemas, independientemente de lo que les ocurra, puede que nunca llegues a darte cuenta. Si alguien les causa una molestia lo resuelven rápidamente (a veces a golpes), pero no se complican tanto como nosotras. Son más sinceros en cuanto a las cosas vanales y sin sentido y siempre se muestran tal cual ante los demás especímenes de su entorno.
¿Por qué las mujeres no podemos ser de esta manera? ¿Por qué competir con nosotras mismas, sabiendo que en definitiva somos un equipo, que debemos unirnos y apoyarnos entre nosotras? ¿Por qué querer parecer más bellas, más inteligentes, más razonables, más listas, más experimentadas ante otras chicas? ¿Por qué determinar tu éxito o tu fracaso de acuerdo a los altibajos de una semejante?
No veo a hombres preocuparse demasiado por el éxito o el fracaso de otros, al contrario, su ego los hace ser mejores en la función que desempeñen y lo demás llega por añadidura. (aquellos que meten cizaña y quieren hundir a los demás con trampas y mentiras son unos completos maricones, por esto no los mencioné). En fin, parece tan normal en las mujeres que esto suceda: insultar gratuitamente a la que me cae mal, tenerle mala voluntad a otra porque sí, hablar mal de las cualidades de otras mujeres otra vez porque sí…
Si le preguntas a alguna, con cara de sorprendida te dirá: «Yooooo? No, nada que ver!», y en caso de que le preguntes por qué le cae mal x mujer, no te dirá mayores argumentos que porque sí y se pierden de tener una gran amistad por culpa de, precisamente, su orgullo y (muchas veces) su terquedad. Es más fácil aparentar y creer que, siendo venenosas con alguien que sinceramente se ve mejor que nosotras, resaltaremos porque eso nos hace sentir bien, ¡y no! No es sano y tampoco tiene mucho sentido.
Erramos cuando distorsionamos a las personas en nuestra cabeza sin mayores motivos y eso nos desune como género. De hecho, desunirnos tanto aporta poco o nada a las ideas feministas de la actualidad, (y eso que no me considero del todo feminista), en las que nos damos apoyo mutuamente y luchamos por tener de forma equitativa los derechos del hombre (y otro montón de mierdas que no recuerdo).
Debemos pensar que, como género, tenemos muchas cosas en común y debemos ser más empáticas precisamente porque sabemos todas las situaciones por las que pasa una mujer promedio. Que todas somos diferentes, sí; pero ¿no es eso lo más fascinante? Darte el tiempo y la oportunidad de conocer a otras personas es enriquecerte como ser humano porque, ¿y quién sabe?, «tu eterna rival» y tú podrían resultar siendo buenas amigas.

[…] Como mujer que soy, muchas veces me reúno con mi grupo de amigas a hablar de otras chicas, ya sean cosas buenas o malas, a hablar de sus novios, de sus ex novios, de sus amistades, de cómo hablan, de cómo se visten, bla bla bla… Hasta que el diablo escucha y aprende. ¡Es en serio! Esto es completamente normal, porque entre mujeres naturalmente nos odiamos unas a otras… Yo lo expuse muy bien en un artículo llamado Mujeres que odian a mujeres. […]
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