Todos… Sin excepción. Porque el alma se encuentra plagada de tantos sentimientos y es la que define nuestra personalidad. Porque en nuestra mente quedan almacenados todos esos recuerdos, pero lo que siente el corazón determina cuán importantes son. Todos estos sentimientos los mueve el amor.

¿Cómo es que 4 letras juntas signifiquen tanto? ¿Cómo es que prácticamente la vida se resume en precisamente esas 4 letras?  ¿Cómo podemos tener el privilegio de sentir esto en el interior? Es confuso cuando te detienes a pensarlo por un momento. Parece un regalo, no importa si fue Dios o la vida quién nos lo haya dado.

La vida nos prepara desde muy temprano poniendo a trabajar a nuestro corazón. Sentimos amor desde muy pequeñ@s, que se traduce en admiración hacia nuestros padres, apego a nuestros abuelos, ilusión a ese primer crush de la primaria y un sentimiento de fraternidad con tu mejor amigo de toda la vida.

No importa de qué manera hayas sentido amor, todos tenemos un pasado que determina nuestro carácter, logros que son producto de nuestro esfuerzo y fracasos que sólo demuestran que debemos esforzarnos mucho más. Todas son experiencias que nos enriquecen como personas, nos vuelven más sabios y más fuertes. No debes subestimar ninguno de tus sentimientos, pues nadie más ha pasado por lo que tú has pasado.

Mucho he visto sobre personas que subestiman sus emociones y esconden sus pensamientos y sentimientos creyendo que eso los haría mucho más fuertes. Para amarte a ti mismo primero debes ser sincero con lo que eres, con lo que piensas y con lo que sientes sino nunca podrás ser feliz completamente. Cuando descubres lo maravilloso que eres, lo valioso e importante que eres para muchas personas, puedes darte cuenta de que eres amor.

Eres amor cuando, en un mundo en el que existan cosas que te borren la sonrisa por un momento, tú decides creer que todo estará bien: no como un mantra, sino como un hecho porque todo tiene su motivo de ser en esta vida, y si estás teniendo un mal día siempre tendrás la oportunidad de un nuevo amanecer.

Eres amor cuando, en donde existan personas que quieran dañarte o tengan mala voluntad, decides pensar que quizás haya otras formas de llegar a esas personas. Cuando eres amable y decides poner el esfuerzo necesario para que exista armonía, ya sea en tu universidad o en el trabajo. Siempre existirán personas tóxicas en nuestro entorno, lo que determina si te contagian esa “toxicidad” es tu actitud hacia ellas.

Eres amor cuando, fuera de toda condición y prejuicio, decides quedarte junto a las personas que necesitan de tu ayuda. A veces encontramos personas que se resisten a reconocerlo y tú no sientes ni las más mínimas ganas de irte de su lado. A veces a estas personas sólo les basta un abrazo y llorar en tu hombro para llenarse de tranquilidad. ­­­Les haces saber que los comprendes y que por nada del mundo te irías de su lado.

Eres amor cuando, en un entorno donde existen personas frustradas, tú amas quién eres y lo que haces. Cuando sabes que eres único y que todos tus talentos y habilidades te fueron concebidos para realizar tu propósito en la vida. Cuando reconoces que debes trabajar en ello, lo disfrutas y haces tu aporte al mundo con lo que haces. Cuando, en un entorno con personas disconformes con su personalidad, tu amas quien eres, siempre estás dispuesto a mejorar y tienes idea de lo valioso que eres para las personas que amas.

Eres amor cuando, en un mundo lleno de “personas perfectas”, fallas y no te cuesta aceptarlo. Cuando sabes que eres una persona imperfecta, cometes errores como cualquiera y hasta te ríes de ellos. Cuando te das cuenta que no existe error tan grande como para que tu día se vaya a la mierda y decides continuar.

Eres amor cuando, en un mundo donde existen personas que ignoran sus sentimientos, lloras… Sin pena y de forma desconsolada. Cuando el mundo se te viene encima y te desahogas con la almohada. Cuando tus lágrimas reflejan el verdadero dolor en tu corazón. Pero sobre todo eres amor luego de todo el suplicio, cuando con la cara hinchada te levantas renovado y sientes el impulso de seguir adelante, no sólo porque ‘es lo que hay que hacer’, sino porque dentro de todo, sabes que todo el sufrimiento va a pasar y te hará más fuerte.

Eres amor cuando amas incondicionalmente. Cuando entregas todo sin medida y le deseas todo lo mejor a tus seres queridos. Cuando no hay mayor felicidad en ti que ver que esas personas tienen éxito y cumplen sus sueños. Cuando sigues a tu corazón y éste es una fuente incontrolable de esperanza para los demás.

Todos, sin excepción, tenemos la oportunidad de ser amor y sentirlo genuinamente. Importan poco los motivos y las circunstancias…  ¿Y tú cómo eres amor?