Sí, posiblemente he descuidado un poco mi figura, he dejado de ir al gym y a veces me gusta tomarme unas cervezas mientras hablo de cosas vanales… Sí, quizás he tenido que olvidarme de utilizar las prendas que usaba hace dos o tres años y comprar una o dos tallas más grandes.
Sí, hace poco me pesé y estoy rondando los 68 kg y aunque a veces me veo mis lonjas y digo que puede ser súper cool tener el vientre un poco más plano, luego pienso en una Guacamole Bacon y se me pasa!… Jajajaja! No, mentira.
Pero sí acepté el hecho de que es posible de que no vuelva a mi figura de hace unos 7 años cuando estaba en Taekwondo y mis patadas a la cabeza que las lograba con mis piernas torneadas (en ese entonces), ni a mis 54 kg con los que podía aguantar hora y media de cardio intenso. Sí, ya sé que según los expertos y la balanza, mi I.M.C. indica sobrepeso por mis escasos 1,58 cm que tengo desde los 12 años.
Sí, aunque no crecí en estatura, crecí ‘hacia los lados’: más boobs (YES!), más nalgas (me hacían bullying en 8vo grado porque estaba chata); mucha más pierna (mi parte favorita de mi físico) y más caderas. Es lo normal, y en una cultura como la nuestra tener curvas es súper sexy… Y en un mundo como el de ahora, está bien tener celulitis, várices y algo de lonjitas, porque no somos perfectos y no todos nacimos para ser figura de escaparate. Crecí, no en tamaño pero sí en personalidad, y mis curvas dan fe de ello.
Sí, hubo alguien que me recalcaba siempre mis kilos de más, que me criticaba cada vez que quería comerme una Guacamole Bacon (aunque fuera una cada dos meses) y su pensar daba a entender que estar ‘gorda’ y atractiva no era posible.
Sí, quizás existen esas personas que me dicen que estoy más ‘rellenita’ y que la ropa no me va a quedar. Como aquellos que me dicen que estoy como una nevera y les respondo ‘tú estás como una lavadora’. Así como existe aquel que al verme desnuda suspira enamorado y me hace sentir hermosa y exquisita.
Como aquellos compañeros de trabajo que te dicen que te ves guapa, o aquellas amigas y tías que te adoran que te aconsejan al vestirte con la ropa que te acomode a tu nueva yo.
Siempre existirán, pero sólo importará la forma en que tomes tal comentario… «Mayleth, estás más gorda…» -«Sí, estoy más gorda… PERO ESTOY MÁS RICA!».
Fotos gracias a David McLaughlin. Mira sus trabajos en http://www.fofingrafias.com