No debe ser tan difícil volver a enamorarse luego de tantas decepciones, en el terrible caso de que vayas a callártelo y seguir con tu vida; lo realmente difícil es volver a creer en el amor genuino y entregarse… Uno se vuelve más cauteloso, más malicioso y juega mejor sus cartas y no lo apuesta todo. Pero ¿qué pasa cuando llega una persona la cual te demuestra que merece todo esto de ti y más, pero aún sigues dudando? ¿Qué es lo que nos hace seguir dudando, si sabemos que podríamos ser felices junto a esa persona?
¿Cómo echar a un lado el miedo y entregar el corazón completamente? Es difícil saberlo con exactitud, como es aún más difícil saber si esa persona está haciendo lo mismo por ti, o que haya pasado las mismas calamidades.
En la vida pasamos por tanto, a veces en mucho tiempo y a veces en poco, y en definitiva estas experiencias nos hacen más sabios, más humanos, más fuertes pero a su vez más sensibles, y te das cuenta que no es el fin del mundo cuando se te presentan nuevas oportunidades en la vida.
Estar enamorado te hace estar vulnerable, te hace perder los estribos y resulta difícil pensar con detenimiento y claridad. Cuando estamos solteros no pasa nada de esto, todo es más sencillo y no tienes que preocuparte más que por tí mismo. Suena divertido hasta que llega el momento en el que te sientes solo/a y te buscas a un «quitafrío» que sólo te hace el favor pero te hace sentir vacío/a.
Estar enamorado es estar comprometido, estar con los sentimientos a flor de piel, con el corazón a mil por hora y siempre expectante. Con los ojos vidriosos en momentos difíciles y sintiéndote en las nubes en los momentos felices. Se dice que tienen que pasar 4 meses para pasar de la etapa del enamoramiento al verdadero amor. ¿En qué etapa te encuentras tú?
La pregunta también va para tí mismo: ¿crees que nuevamente podrías enamorarte y darle todo lo que tienes y lo que eres a esa persona? ¿crees que nuevamente podrías ser todo para alguien y que esa persona sea todo para tí? ¿crees que soportarías el hecho de que la persona que te hace llorar es la única que podrá consolarte?
Amar es para valientes: es adentrarse en la guerra más hostil y atacar con tu daga y defenderte con tu escudo y salir ileso. Suena fácil pero en el proceso tienes miedo de morir, tienes miedo de que una espada atraviese tu espalda, que caigas de tu caballo o que tu armadura se rompa. Es lanzarse a un abismo en el que en el fondo exista un manantial, pero en el trayecto de la caída pueden aparecer alimañas que te deboren u obstáculos que te golpeen.
Creo que ha sido suficiente, siempre existirá el miedo, la desconfianza y la inseguridad de si las cosas están funcionando como se supone que sería. Si Dios o la vida te tiene destinada a esa persona que hace poco conociste, pero que ahora no sale de tu mente. Está en ti determinar si estás preparado para emprender ese viaje o si deseas aguardar un poco más. Si tu opción es la segunda, sé coherente y deja que la otra persona sea feliz. No hay nada más egoísta que ilusionar a alguien porque sí.
Si tu opción es la primera, sé sincero con él o ella, que ves «algo» en esa persona y te gustaría seguir conociéndola. Que vea que estás dispuesto o dispuesta a continuar esta aventura. Si no te corresponde, al menos habrás cumplido con tu papel en dejar claro tus sentimientos y aunque duela, al final te sentirás bien.
Si eres correspondido/a, acoje con todo tu ser a ese posible nuevo amor que, sin saber ni cómo ni por qué, apareció en tu vida y simplemente no lo dejes pasar. El barco está más seguro en el puerto, pero no es para ello que se hicieron los barcos.