Uno de los principales significados del verbo soltar es «Dejar libre». ¿Y qué es la libertad en sí? ¿No somos lo suficientemente libres al pensar por nosotros mismos y tener libre albedrío? La misma frase te lo dice: libre albedrío.

La libertad de cada persona puede variar de acuerdo al significado que le dé la misma, y más que el significado, importa más a qué cosas se la damos. Tenemos la libertad de dar libertad… Suena redundante y hasta incongruente, pero dentro de todo este parafraseo, existe también nuestra capacidad de tomar decisiones.

Bien dice mi padre que no hay buenas ni malas decisiones, sólo decisiones y éstas pueden incluso definirte como persona. Desde que abres los ojos en la mañana, hasta cuando quieras decidirte a qué hora dormirte en lugar de estar viendo memes. Puedes considerar esto una epifanía o simplemente un pensamiento raro y sin sentido que he tenido en mi trabajo a las 8:58 p.m. mientras espero a que vengan por mí.

En fin, en qué iba… ¡Ah sí! Las decisiones que llegues a tomar en tu vida, en un momento pueden volverse tan cruciales que de ellas depende tu libertad de seguir haciendo más o menos cosas en tu vida. Como si se tratara de un montón de condiciones que van cumpliéndose o incumpliéndose y nadie más que tú tiene el poder de hacerlo, llegando a esta apresurada conclusión, entonces: ¿eres libre con lo que tienes o sientes que serías más libre si sueltas algunas cosas?

Puede ser desde lo más sencillo como ‘dejar’ de darle importancia a los malos comentarios llenos de prejuicios de molestos familiares hasta ‘dejar’ esa relación tóxica que ni Dios puede arreglar ya. Y sí, lo último dicho puede llegar a ser tan difícil porque nos aferramos a la idea de que no tenemos esa libertad, ¡y vaya que la tenemos!

La Tercera Ley de Newton establece que siempre que un objeto ejerce una fuerza sobre un segundo objeto, este ejerce una fuerza de igual magnitud y dirección pero en sentido opuesto sobre el primero. Y te preguntarás: ¿qué carajo tiene que ver?, y yo te diré: Sí y mucho.

Tiene que ver en la medida de que, cuando no contengas y dejes libre cualquier emoción, sentimiento, pensamiento o acción, sea buena o mala, grande o pequeña, eso te dará libertad a ti también: a tu corazón, a tu psiquis, tu mente y tu cuerpo, y sólo tú puedes tomar esa decisión.