Hombres… Tal como lo dije, son un Mal Necesario y posiblemente nosotras los hayamos catalogado de esa manera desde el inicio de los tiempos. No nos culpo, pueden llegar a volverse irresistibles e inconmensurablemente hermosos a nuestros ojos: esos mismos que están cegados de amor y que permiten más de 4 cosas con tal de verlos tranquilos y felices.

Todas las mujeres straight de este mundo hemos experimentado la impotencia que provoca a veces no comprender al sexo opuesto. Queremos incluso averiguar por ellos qué es lo que les pasa, quizás impulsadas por nuestra propia intuición de dejar fluir nuestros sentimientos, aunque en realidad la lógica masculina no funciona así.

Ellos son más simples y en su simpleza nos ahogamos en un vaso de agua, provocando la peor de las tormentas, en la cual queremos arrastrarlo hacia la misma mientras ellos continúan pensando en la inmortalidad del cangrejo. Es quizás por eso que no tengo mayor apuro en encontrar el amor: ya pensé que lo había encontrado tres veces y media, y sinceramente prefiero ahorrarme la fatiga.

Los hombres son muy confusos porque los sobreestimamos en algunas cosas y subestimamos en otras… Pensamos que podrían usar la lógica y el sentido común para cosas simples y nos decepcionamos, en cambio para la manipulación, quedar bien siempre y aprovecharse de las situaciones, ¡son una total eminencia!

Y quiero hacer un especial énfasis en ello, cómo es posible que siempre caigan de pie mientras que nosotras quedamos prácticamente destruídas por dentro? ¿Cómo pueden pavonearse tan descaradamente sin sentir una pizca de culpabilidad por lo que acaban de hacer? Quizás compartan una cualidad (para ellos), o un defecto (para nosotras): la cobardía de afrontar las situaciones.

Ya sea por orgullo, estupidez o falta de empatía; ellos creen que todo puede continuar como si nada. Que, como Men In Black, nos autoflasheemos para olvidar todo lo que acaba de pasar. ¿Es que en sus mentes ocurre un corto circuito y pretenden que en nuestras mentes ocurra lo propio? Es una lucha constante de egos que nos quita energía mientras ellos están ‘en Belén con los pastores’.

Es por ello que pienso que son cobardes cuando les conviene y que, definitivamente es tarde cuando se dan cuenta de su cagada: todo mal. Es por esto que sigo soltera, por mi paz mental, que me hace repudiar cada vez más el revivir este tipo de engorrosas situaciones con hombres que simplemente no quieren comprender las consecuencias de sus acciones.