¿Sabes que en un tatuaje tu piel se perfora hasta 50 mil veces por minuto? Sí, a mí también me vino a la cabeza ese ruido característico de las máquinas de tatuar. Y es que precisamente un tatuaje es como una especie de grabado con tinta que se inyecta en tu piel pero… ¿Quieres saber todo el proceso que hace tu cuerpo? Sigue leyendo…

Antes del tatuaje: no puedes evitar sentir nerviosismo y ansiedad porque lo que vas a hacer es arriesgado, coño, ¡vas a marcar tu piel para toda la vida! Aunque estés todo tatuado y ya ni te acuerdes de cuántos tienes, sigue siendo algo emocionante.
1. Desde el primer agujazo: Cuando la epidermis, osea la capa más superficial de la piel, se perfora, las agujas llegan a la capa de abajo, que es la dermis y se deposita la tinta. Es inevitable tener esa sensación desde la punta de tus dedos del pie hasta tu cabeza, pues literalmente estás infringiéndote dolor.

2. A medida de que el tatuador hace esos primeros trazos, se empiezan a romper los vasos sanguíneos de la zona en donde te estás tatuando, lo que provoca sangrado, dolor, ardor e incomodidad. En este momento se está introduciendo la tinta en tu piel, osea un cuerpo extraño y empiezará a trabajar tu sistema inmune para intentar «sacarlo».

3. La sensación física también tiene una connotación emocional, aún más si lo que te tatúas tiene un significado profundo para ti y en todo el proceso del tatuaje también liberas varias hormonas:
- Liberas adrenalina porque se acelera el ritmo cardiaco, se dilatan las pupilas y hace que tu frecuencia respiratoria aumente incluso es posible que tengas sudoración.
- Liberas otras hormonas como Endorfinas, las llamadas hormonas de la felicidad que dan sensación de bienestar y esto hace que puedas aguantar e incluso disfrutes la sensación de dolor.
- Liberas Dopamina: un neurotransmisor que se libera cuando existe una sensación de placer gracias a un momento emotivo. Esto es lo que provoca la llamada «adicción» al tatuaje.
)
4. En tu tejido epitelial (piel), hay mucha más acción: las células llamadas fibroblastos y macrófagos «almacenan» y «se comen» la tinta, lo que hace que se quede dentro de tu piel, aún cuando ésta se cure y así permanezca con el paso de los años.

5. Y por último (y quizás el punto más importante de todos), tu sistema inmunológico se fortalece, lo que puede hacer que te enfermes menos, aguantes más dolor en tu próximo tatuaje y éstos comenzarán a sanar en menos tiempo, además de que podrás recomponerte y retomar tu vida normal más pronto.
[…] dejará de ser tan doloroso y tus próximos tatuajes sanarán más rápido. En mi artículo 5 cosas que pasan en tu cuerpo cuando te haces un tatuaje te lo explico con mucho más […]
Me gustaMe gusta