Y en todos lados. En mis andanzas por las calles de mi país, me he dado cuenta que he impuesto mis propias normas y tengo aunque sea un poco de propiedad para dar un par de consejitos y no morir en el intento.
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Mira a las cosas no a las personas
Es inevitable cuando hay un aspecto en las personas que te llame la atención, simplemente no puedes dejar de mirar porque en realidad no tienes en qué más distraerte. Por ejemplo si hay una mujer horriblemente vestida, intenta no mirarla a menos que voltee y quieras ponerle rostro a tan horrible aspecto. Recuerda que, al ser bonita, has llamado la atención primero y más de uno se dará cuenta de tu cara de espanto.
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Puedes no ceder el puesto
A menos que sea una viejita en bastón o un discapacitado, si te sientes muy cansada y tuviste un día muy difícil no te sientas culpable de no hacerlo pero tampoco te acostumbres.
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Mira con quién te sientas
Haz un chequeo rápido de las personas con las que podrías sentarte. En lo personal me gusta sentarme al lado de señoras gorditas simplemente porque me parecen tiernas, jajajaja.
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Siempre lleva algo de efectivo en los bolsillos:
A veces la maniobra de buscar tu wallet en el agujero negro que tienes por bolso puede ser tedioso o castrante para el taxista, así que, como no quieres llevarte un mal rato, lleva lo del taxi y un poco más por si acaso, en el bolsillo de la cartera junto con tu tarjeta del metro y tus llaves.
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Lleva siempre a tus audífonos contigo:
Como eres una mujer bonita, nunca faltarán los mandriles con retraso mental que quieran decirte improperios en la calle así que ahorrate la molestia y encapsúlate.
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Mira al horizonte si vas en una vereda
Al momento de cruzarte con alguien y surja el momento incómodo de no saber si cojer a la derecha o izquierda, mantén el mentón arriba: este gesto de momentánea superioridad los hará «obedecer» y seguir por el otro lado. Esto pasa en milisegundos.
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Cuida tus pertenencias
Mantén una mano sobre tu cartera, chácara o bolsa y la otra firme en tu teléfono. Cierra el zipper de la cartera y coloca tu wallet en lo más profundo de tu cartera para que, en caso de que quieran meterte la mano, tengan que pasar por todo el resto de cosas y puedas darte cuenta.
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Si llevas una cara de culo o te tropezaste, ¡no te preocupes!
Más de 100,000 personas utilizan el metro todos los días, quién sabe si aquellas personas que te vieron en tu peor momento te vuelvan a ver en su vida.
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Si es muy tarde…
En la desesperación por llegar a casa, agarramos cualquiera taxista que nos diga que «sí va» pero es mejor esperar un poco más y prevenir algo fuck up. Fíjate también en su aspecto: nunca está de más. Si es muy tarde, no dudes en pedir tu Uber, Cabify, Yo te llevo, etc. no te pongas en riesgo. Tu vida vale más que un cuara.
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Si hay un hombre caminando en tu misma dirección detrás tuyo…
Camina un poco más lento, si no te está siguiendo él seguirá caminando como si nada y si te estaba siguiendo, querrá disimularlo. Te darás cuenta cuando él frena el paso. Para saber si alguien te sigue, mira las sombras en el pavimento.
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Sé siempre amable
Hay mucha gente buena en la calle. Muestra la educación primero, no te olvides que te hablarán por ser bonita así que si algún taxista quiere conversar para hacer la carrera más amena, no se lo niegues. Hasta te sentirás mejor contigo misma.